Los poderes concretos del tribunal de alzada están enumerados por los límites que el propio apelante imprime a la queja y, por lo tanto, ineludiblemente circunscriptos a lo que fue materia de expresión de agravios. El quejoso, de ese modo, le fija clara e indeleblemente las fronteras dentro de las cuales puede maniobrar. Los puntos de la decisión que no se objetan quedan irremediablemente firmes. ...
Tribunal: Cámara C., C. y del Trab. de Villa Dolores
Autos: Rovetto, Hugo Humberto c/ Eduardo Calderón - Ordinario

Revista Nro: 73
Nro Página: 224

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